Español · Cuentos
Los fantasmas de Ron’s Camino Real
Un cuento corto de fantasmas inspirado en mi infancia
Curso
SPAN 2210
Género
Cuento de ficción
Eje
Albuquerque, Nuevo México
En Albuquerque había un restaurante que se llamaba Ron’s Camino Real. El restaurante estaba en una casa de adobe de el tiempo antiguo. En los setenta la casa se cambió y abrió un restaurante. Todos los días llegaba gente de la ciudad, familias y amigos para comer y pasar un buen rato.
Pero cuando el restaurante ya estaba cerrado, todo cambiaba. La radio, ya apagada, se prendía sola. Las puertas a veces se cerraban duro y no abrían, y después se abrían fácil. En los baños, los cubículos quedaban muchas veces cerrados por dentro sin ocupante. Y muchos decían ver fantasmas o figuras; casi siempre era una mujer con ropa vieja, caminando despacio.
La bodega daba mucho miedo. Al abrir la puerta se sentía un frío fuerte y como una presencia invisible. Por eso los trabajadores hablaban en altavoz, explicando lo que hacían: mover mesas, apagar luces, cerrar puertas, para no frustrar a los espíritus y también para no sentirse tan solos.
A veces, cerca de la medianoche, algunos hacían juegos de ouija y voces del otro lado hablaban, contando historias del ferrocarril y buscando que alguien los escuchara. Al final siempre llegaba una última voz que terminaba el juego.
Aunque la casa vieja de adobe ya no está, yo me pregunto qué pasó con sus fantasmas. Tal vez ahora andan por el cementerio del lado, caminando entre las tumbas, todavía con ganas de hablar con alguien.

